01 noviembre 2005

Ultimo dia

Cronica del Martes 1 de Noviembre

Hoy fue mi ultimo dia en Estados Unidos. Llego a medianoche a la estacion de autobuses Greyhound de Washington y compro un Quik de fresa y una pizza malisima (y eso que no he comido desde las 2). He comprado el Wall Street Journal al salir de con Tufte pues fue una de las tareas que nos dejo. Lo leo y me impresiona. Tiene un estilo muy diferente al New York Times y me gusta mucho, el lenguaje es simple y directo, y contiene muchisima informacion. Leo a detalle (creo que por primera vez) la seccion de finanzas, que es las que Tufte recomendo leer, y me sorprende mucho entender algunas cosas de entre las montañas de numeros, tablas y graficas. Fue ahi donde vi por primera vez el mapa del mercado que use en el post de Tufteeeeeee! para explicar el diseño de la informacion. Me quedo tan absorto que se me va mi camion de la 1AM, grr... tengo que esperarme al de las 3, pero por lo menos no pierdo mi dinero.
Hay mucha gente en la central a estas horas, en su mayoria hombres negros que me dan bastante mala espina. Me estoy durmiendo y mejor salgo a que me de el aire, pero afuera hay tipos aun mas mal encarados; mejor me regreso a esperar mi camion adentro. Para variar, me pongo a esperar en el lugar equivocado. Afortunadamente un muchacho despistado llega y me pregunta si es aqui la salida a Nueva York, le digo que si, no me cree mucho, y sigue buscando. Despues de un rato encuentra el lugar correcto y yo, que le he estado siguiendo la pista por si acaso, lo sigo, a unos minutos de que salga el camion. De no ser por el, de seguro lo pierdo de nuevo.

Una vez en Nueva York, apenas alcance a hacer algo mas que transportarme. Llegue a Penn Station, Manhattan a eso de las 8AM y me fui a una cafeteria, The Bagelry, a saborear mi ultima bagel. Originalmente tenia el proposito de desayunar diario una bagel fresca pero creo que apenas y alcance a comerme 3 en toda mi estancia en Nueva York. La verdad es que aunque me gustaron, misteriosamente perdieron su magia. Es triste volver a tener algo de lo que te habias hecho ilusiones y descubrir que no tenia nada especial, te preguntas si alguna vez lo tuvo. Afortunadamente el lugar de comida exotica favorita no ha quedado vacio, no despues de ese sublime Pad Thai de Neramitra. Ya volvere un dia de estos a Washington, a refrendar, esperemos, el voto.

Me fui despues a la Strand, a comprar libros de ultimo momento. Tenia prisa porque a las 3 salia mi vuelo y queria estar en el aeropuerto a la 1, pero de nada me sirvio andar disque apurado, se me pasaron las horas. Aun todo nervioso de ver que eran las 12 (y todavia tenia que ir al hostal en la otra parte de Manhattan por mi equipaje) me fui a la Barnes & Noble, donde encontre el ultimo libro que me faltaba, Guide to Getting it On. Para colmo, yendo a la estacion del metro me tope con una tienda de comics y cosas raras, Forbidden Planet, y hasta me di el lujo de hojear varias graphic novels (novelas graficas) interesantes (que es el titulo chido pero algo pedante que le ponen a los comics aca en EU). No tengo remedio.

Quisiera notar que durante todo este show cargaba con mi lap, otra mochila con libros, y una bolsota con ropa y, claro, mas libros. Estaba cansadisimo y cada paso me dolia. Mi rodilla izquierda seguia siendo un problema y ya me habia resignado a subir las escaleras como viejito. Fue entonces cuando me resigne a tener que tomar un taxi al aeropuerto (ilusamente pensaba cargar con todo mi tilichal en el metro): no solo no iba a alcanzar a llegar sino que sentia que mi rodilla izquierda iba a tronar internamente si la ponia a cargar mis cosas por todo NY.

Me fui pues apuradisimo al hostel de Hostelling International, donde tenia todas mis cosas, y 20 minutos despues tome un taxi justo enfrente del hostel, rumbo al aeropuerto. De acuerdo al cliche neoyorquino, mi conductor apenas hablaba ingles pero me entendio. Yo estaba tan nervioso imaginandome que no iba a llegar que mejor me dormi (solo habia dormido 4 horas). Llegue a las 2.20 (!) y milagrosamente alcance todavia a subirme al avion. Inexplicablemente no me cobraron exceso de equipaje con una maleta a reventar de libros que rondaba los 50 kilos.

Lo que siguio fue un viaje felizmente tranquilo de NY a Guadalajara, transbordando en Dallas. Yo tenia la esperanza de conocer a alguien interesante, como en mi primer viaje, pero en mi primer vuelo la mujer de al lado dormia (y despierta ponia jetas), mientras que en el segundo vuelo tuve la fila para mi solo. Lo mas divertido del viaje fue andar por ahi con mi pequeño compendio sexual ilustrado, Guide to Getting it On, y ver las caras que ponia todo mundo.

Llegue a las 11, contento, a Guadalajara pero me aguardaba un duro golpe: no aparecio mi maleta a reventar de libros! Despues de esperar 40 minutos a ver si aparecia, me resigne a lo peor y enojado llene una forma de perdida de equipaje. Pueden creerlo? Todos mis libros desaparecidos asi como asi. Sali cabizbajo a recibir a mi familia aunque me dio mucho mucho gusto verlos.

(La maleta aparecio al dia siguiente, no sufran innecesariamente.)